viernes, 23 de septiembre de 2011

Práctica 1

La actual crisis económica es un fenómeno global: iniciada desde los sectores del sistema financiero, agrabada en nuestro país por un mercado inmobiliario insostenible pero que afecta a muchos ámbitos de actividad. En los artículos estudiados se relaciona la crisis global con una crisis en los medios de comunicación.

Se trata de un área profesional que ya tenía una baja conciencia de sí misma: el "Informe Anual de la Profesión Periodística 2008" ya mostraba el descontento del 96% de los trabajadores con respecto a una precariedad laboral compleja. El intrusismo y una escasa valoración del trabajo de los periodistas contribuyen a mantener una estrategia de periodismo de bajo coste. Además los recién licenciados se ven inmersos en un mercado laboral saturado.

Sin embargo hay una causa añadida al decepcionante panorama: los escasos ingresos publicitarios tanto en prensa como en televisión obligan a reducir plantilla y en algunos casos a cerrar completamente el medio (como el caso de la gaceta de Canarias).

Sólo se prevee un aumento de la facturación publicitaria en medios digitales, pero hasta alcanzar cifras modestas con respecto a los medios impresos. Bajo mi punto de vista este dato esconde el camino que deben seguir los medios de comunicación tradicionales.

Los medios han de ser con sus contenidos un referente interesante y en sintonía con las prácticas sociales. O dicho de otra forma, debemos, como consumidores de medios una información que nos guste, que nos motive a seguir el medio, y se ajuste a nuestros intereses. Internet es ese medio en el que buscamos, en el que indagamos por los contenidos que queremos disfrutar. Y los demás medios deberían seguir una política informativa que permita indagar al televidente o al lector. Un periódico con un canal en Youtube para ampliar información es más periódico. Un programa de radio que lea los tweets de los oyentes es más completo. Será en esos medios cuyos contenidos estén en contacto con los usuarios los que consigan seguidores fieles. Serán esos medios los que abrirán la puerta a las empresas que quieran invertir en notoriedad.

Se habla de cierta burbuja en los medios de comunicación, debida a cierta impermeabilidad a los contenidos online, y me parece que la crítica a los medios es procedente. Los medios han ido por detrás de las verdaderas inquietudes sociales, se han posicionado como los generadores de opinión, en lugar de reflejos de esta, y al final la gente ha perdido la confianza en los periódicos, y han elegido otros medios no estrictamente informativos (radio, televisión, Internet).

La solución, auguro, está en la buena definición de un problema «de negocio, de contenido y de confianza»1: no se puede mantener un medio ausente de las dinámicas sociales, no se puede ofrecer un producto de bajo coste y mal remunerado, porque al final es el usuario el que dictará la dirección de la inversión publicitaria, y el volumen de esta.

Considero que en el fondo lo que los medios necesitan es especialización: una persona que comprenda las actitudes de los lectores potenciales, cómo se comportan ante un reportaje de investigación o qué espera de un programa de actualidad, y además conozca los mecanismo online será un apoyo para el contenido tradicional. Y lo que los licenciados necesitan es una apuesta en firme por ellos, con ofertas de trabajo reales, donde puedan desarrollar toda su valía, y no su mera aceptación de unas pautas de trabajo anquilosadas y que poco dejan a la creatividad y renovación.

1: Hilario Pino en la clausura del Master de Dirección de Comunicación y Nuevas Tecnologías organizado por la Universidad de Oviedo.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Presentación.


Ese soy yo preparando el examen de Derecho publicitario un 5 de Junio de 2011 en Málaga.

Soy de Denia. Entré a estudiar publicidad y relaciones públicas en la UA en Septiembre del 2007, y aún ando por aquí. Si tienes suerte me verás de cerca, pero lo más probable es que solo me leas por este blog.

Me gusta la forma en que la gente se expresa. Cómo alguien presta atención a distintos matices en un discurso, cómo alguien sobreentiende las cosas y terminamos equivocándonos: tantos años comunicándonos y aún lo hacemos mal. Por eso me interesa la comuncación comercial, porque si normalmente un malentendido nos hace perder tiempo o suscita una pequeña discusión, las grandes corporaciones pierden mucha pasta.

Escucho música alta, saco fotos sin más, no sé demasiado de arte pero mañana iré al Thyssen, y me defiendo al cocinar. Además suelo pensar que las cosas improvisadas (las de verdad, las situaciones en las que te la juegas) nos acercan a una vida saludable.